La semana pasada, estuve en un evento sobre los nómadas digitales al que me invitaron como representante de este subgrupo viajero. ¿Qué es en realidad un nómada digital? Es una persona que es capaz de trabajar desde cualquier lugar, mediante un ordenador y una WiFi, y aprovecha esa independencia para viajar por el mundo. Trabajadores independientes, como, escritores, diseñadores, programadores o analistas, son capaces de trabajar un día desde la playa con un cocktail en la mano, y otro en la mitad de Central Park de Nueva York.

Un modo de vida que, aunque pueda parecer apetecible, no es para todo el mundo, ya que hay que adaptar al 100% muchos aspectos de tu día a día a ese objetivo. Empezando, por ser independiente económicamente. Ser un nómada digital, y tener que ir todos los días a la oficina a las 9:00 de la mañana, son conceptos contrapuestos. Abandonar la seguridad del sueldo fijo a final de mes, probablemente sea la barrera más difícil de saltar para muchos. La vida del autónomo digital, no es sencilla, y los ingresos no están asegurados. Además, encontrar clientes que no necesitan verte constantemente en reuniones interminables, no suele ser la situación más común, cuando eres un consultor externo.

Dentro de la vida de un nómada digital, también hay niveles. Dependiendo de tus ingresos, podrás permitirte un destino u otro. No es lo mismo trabajar unos meses en San Francisco, que en Málaga. El dinero necesario para cubrir tus necesidades básicas, no tiene nada que ver. Pero, si lo piensas bien, siempre hay lugares donde es más barato vivir, que donde resides actualmente.

Puede que fuera Tim Ferris quien popularizó el concepto del nómada digital. Probablemente, no definido como tal, sino cuando describía en su best seller «Cuatro Horas a la Semana», su vida de país en país, mientras trabajaba, usando tan sólo el email.

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Pausa de una ruta en moto para trabajar

Internet ha hecho que, cambiar de domicilio por cortos periodos de tiempo, sea de lo más sencillo. Encontrar una habitación compartida en Airbnb y un espacio de coworking, nos puede llevar tan sólo unos minutos. Incluso es posible utilizar el veterano Couchsurfing para encontrar eventos, donde conocer nueva gente en es nuevo lugar. La ventaja de usar estas comunidades, es que nada más aterrizar en tu nueva ubicación para vivir, enseguida, estarás rodeado de una comunidad vibrante, cada vez más grande de viajeros y expatriados, que también quieren socializarse, y conocer nueva gente. ¡Te harán sentir como en casa!

Por ejemplo, en el Hub de Fuerteventura, un espacio de coworking en Corralejo, donde me encuentro ahora mismo, está llena de personas que buscan un lugar con un clima suave, disfrutar de deportes acuáticos como el surf, y poder trabajar remotamente, pero con una mejor calidad de vida.