Como sabes, cada vez que visitamos países como Italia, Holanda, EEUU, entre muchos otros, pagamos un añadido: la tasa turística, lo que quiere decir que aparte de pagar el impuesto pertinente de cada país, pagas un extra, que vemos reflejado por ejemplo en la factura del hospedaje.
Aparte de ir destinado a conservar el patrimonio nacional y mantener las ciudades, existen otros casos donde lo que pretenden es limitar la visita, para evitar que los lugareños “se agobien” ante la masificación de turistas. Tal ha sido el reciente caso de Ámsterdam, hasta tal punto que han lanzado su queja a modo de graffitis.
La capital holandesa recibió en 2015 veinte millones de turistas, teniendo en cuenta que la población es de aproximadamente ochocientos mil habitantes, es más que comprensible. Supongo que son gajos de vivir en una ciudad como Ámsterdam. Y es que…¡cómo es Ámsterdam!.
El último en unirse es Islandia (para encarecerlo aún más, si cabe). Sus impresionantes paisajes, el que en ella se hayan rodado escenas de Juego de Tronos, y que aerolíneas como Norwegian hayan lanzado recientemente rutas de vuelo directo desde España a precios bastante asequibles, son motivos más que suficientes que han hecho de la isla destino top 5 en la lista de muchos viajeros a nivel mundial. Se ha convertido en un destino que recibe más de dos millones de visitas anuales, algo que llama la atención dado que hasta hace pocos años recibía unas quinientas mil, hecho que hace que queramos visitarla con mas ganas aún y pase a ser el top 1 dentro de la lista.
El gobierno defiende que dichos impuestos irán destinados a proteger y mantener los tesoros que esconde la isla para «garantizar la experiencia única a los turistas”. No dudamos que así sea, ya que es un país que está tremendamente cuidado (no hay más que ver el estado de sus carreteras), pero suponemos que los motivos que se esconden tras esta decisión es que Islandia, teniendo en cuenta la dimensión del país y que cuenta con una población que no llega a los 400.000 habitantes, afirman incapacidad para recibir dicho volumen de visitas. Otra razón que defienden es que con tanta aglomeración de gente el encanto de la experiencia deja de tener la esencia especial que le caracteriza.
Una de las medidas a adoptar es la limitación del alquiler de viviendas a un número determinado de noches /año, según el acuerdo al que han llegado con la plataforma Airbnb. También se está planteando abrir el aeropuerto de Akureyri (norte de la isla) a vuelos internacionales, de manera que se repartirían no tan sólo los vuelos sino las visitas a zonas menos conocidas de la isla.
PD: no nos tomes en cuenta las fotos. Lo que queríamos era plasmar de alguna manera lo que viene reflejado en este post. De hecho solemos evitar sacar fotos donde se vea aglomeración de gente y es por eso que nos ha costado tanto la selección de las mismas 🙂
Si necesitas más información sobre Islandia no te pierdas nuestros anteriores post,